Elaboración de un plan de protección del negocio que cubra las necesidades detectadas en la organización, mediante la definición de una Política de seguridad que defina las medidas a implementar sobre los medios y sistemas de acceso a la información:
Gestión de usuarios. Autenticación, política de contraseñas fuertes.
Protección de correo electrónico / servidores / end-points.
Copias de seguridad con mecanismos específicos anti ransomware.
Actualización y parcheo periódico de software.
Elaboración de un plan de continuidad de negocio enfocado a la protección de las personas y sistemas de la organización, así como al restablecimiento oportuno de los procesos, servicios críticos e infraestructura, frente a eventos de interrupción o desastre. El plan debe incluir al menos los siguientes puntos clave:
Gestión ante incidentes de seguridad.
Gestión de vulnerabilidades.
Medidas de respuesta y recuperación.
Cumplimiento legal: medidas para el cumplimiento del RGPD, incluyendo registro e inventario de actividades de tratamiento de datos de carácter personal.